Retratos en la fotografía y en la pintura.

  Pintura 

En esta selección de retratos, tanto de fotografía como de pintura, se buscará analizar las siguientes piezas con la finalidad de conocer el retrato, sus componentes y capacidades según el medio utilizado. 

Primeramente, comenzamos con la obra de Velázquez, en esta pieza que seleccioné predomina un ambiente dramático gracias a la iluminación y el fondo, la composición es central y el encuadre nos permite ver toda la figura retratada. La vestimenta del sujeto refuerza el titulo del cuadro, ya que nos contextualiza y brinda contexto histórico al espectador. 

El bufón el Primo, ​anteriormente conocido como El bufón don Sebastián de Morra, Diego de Velázquez. 

Continuando con otro retrato completamente diferente al anterior, aquí tenemos una composición diagonal, en el que el sujeto solo es captado hasta la cintura. El tipo de representación es abstracto, no es mimético y con esto busca transmitirnos una idea en particular, la modernidad y la ruptura de la mimesis con la pintura a partir del surgimiento de tecnologías como la fotografía. Que, desde mi punto de vista, es algo que se debe rescatar de esta pieza.

Retrato de Pablo Picasso, realizada en 1912.

Con esta obra nos regresamos a pasos agigantados en el tiempo y las representaciones del ser humano, volvemos al renacimiento en donde a diferencia del primer cuadro, esta representación es mucho más "sobada", busca representar al sujeto tal cual es visto, el entorno refuerza a la figura principal en una composición central. La vestimenta del personaje guarda decoro y seriedad que el sujeto retratado busca transmitir. 

 Ginebra de Benci, es un cuadro atribuido a Leonardo da Vinci, datado hacia 1474-76.

El siguiente cuadro, a pesar de apegarse mucho a la realidad, tiene un tratamiento particular con los materiales que le dan cierta textura a cada componente, desde el cabello hasta la tela, lo cual le otorga un dinamismo visual a la pieza diferente de una fotografía. La expresión facial de la mujer retratada también le da fuerza a la pieza.  

La Criolla del Mantón, Saturnino Herrán.

En la siguiente pintura podemos observar al personaje en una composición vertical, con un encuadre la mitad del cuerpo del personaje, lo que más destaca de la pieza es el tratamiento de la tela, el cabello y el fondo, ya que son un tanto gestuales, y a pesar de que en primera instancia busca a la realidad como referencia, se diferencia de esta a partir de la gestualidad en las pinceladas. 

David Alfaro Siqueiros Retrato , 1956

Este retrato es de los que me llaman más la atención, ya que el entorno que rodea al personaje es completamente ficticio, un lugar de ensueño que interactúa con la figura principal, en una composición donde el fondo y la figura predominan por igual. La vestimenta del personaje también es parte de este mundo ficticio, en el que se puede interpretar hasta una narrativa dentro del cuadro y establecer una relación con los elementos en él. 

Retrato de Max Ernst, Leonora Carrinton.

La siguiente pieza destaca por el manejo cromático de la piel del personaje, y como esta contrasta con los elementos que lo acompañan, el uso de colores complementarios le otorgan una carga pictórica destacable.

RETRATO DE JUAN MARTÍN, Remedios Varo, 1960.

Dr. Atl (Gerardo Murillo) Autorretrato, 1948

Nahui Olin y Eugenio Agacino en el Atlántico, 1934 Nahui Olin

María Izquierdo Retrato de Edmé Moya, 1945

Julián Ponce Retrato de un estudiante, ca. 1932

Las ultimas cuatro obras tienen en común la desproporción, no son imágenes miméticas, además que los tratamientos que la piel y la vestimenta tienen son particulares, generan textura y no tanto un claroscuro detallado. 

Fotografía

A diferencia de la pintura, la fotografía se vale de otros elementos como la iluminación, el encuadre y la posición del cuerpo además de los elementos que lo acompañan. En esta selección de fotografías busqué miradas fuertes, vestimentas o aditamentos al personaje diferentes a lo cotidiano y un entorno fuerte que acompañe al personaje y lo resalte. Con las siguientes fotografías nos salimos un poco del canon clásico de belleza, la fotografía al ser un reflejo de la realidad tal cual, muchas veces no sigue estas idealizaciones que en la pintura si, me parece importante destacar estos "defectos" o elementos que salen de los canones para aportar cosas distintas a la formación visual clásica. 




Cartier Bresson, Albert Camus, París 1944.




Man Ray, Marcel Duchamp, 1924.







Ara Güler, Galatasaray, Estambul 1954





Adriana Lestido, Mujeres presas. Estela, 1991.





Nuestra Señora de las Iguanas, Juchitán, México, 1979 Gelatina de plata Colecciones Fundación MAPFRE, Graciela Iturbide, 2018.



Lola Álvarez Bravo, Francisco Toledo, Morelos, ca. 1980.




Frida Hartz, 'Una soldadera aguerrida y lista para ayudar a su Juan' del álbum fotográfico sobre el General Álvaro Obregón, México, 1920.



Edward Weston fotografiado en 1924 por Tina Modotti.


Andreas Bitesnich, Cambodia,1999.




Robert Doisneau. Coco, 1952




Richard Avedon, La bailarina rusa Maya Plisetskaya,1962

Gracias a esta recopilación de imágenes y su respectivo análisis me di cuenta que en mis autorretratos me gustaría tener dramatismo (tal vez con exposiciones bajas para acentuar las sombras), encuadres que resalten la figura y composiciones centrales.

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