Reflexión: "Después de la Fotografía" de Fred Ritchin

"Después de la fotografía"

Esta entrada tiene la intención de compartir mis pensamientos sobre el texto "Después de la fotografía" de manera secuencial, siguiendo el orden de los capítulos del libro. Antes que nada, me gustaría hablar sobre un aspecto técnico del libro, me parece una lectura bastante digerible, con una basta cantidad de ejemplos que ayudan a entender mucho mejor lo que el autor quiere transmitirte. 

La idea general que Ritchin aborda en el texto es lo que sucede después de la fotografía análoga (resumida en el título). Hace una descripción detallada de la transición de la época de la fotografía analógica a la digital, explica las afectaciones y consecuencias del surgimiento de la fotografía digital, considerándola un parte-aguas para la humanidad y su concepción del mundo. Nos explica que la fotografía al igual que todos los medios, es un reflejo de las sociedades, por lo que responde a un contexto cambiante, mediante un proceso dialéctico y evolutivo. En este proceso se abren nuevas posibilidades, así como se cierran muchas otras. Y algo que me quedó muy claro es que la fotografía análoga y digital, es que cada una tiene distintos alcances, no creo que sean medios comparables. 
Una frase que creo muy acertada del primer capítulo es: "Los medios digitales potencian la abstracción y no la linealidad". Estimulando así otras formas de ver el panorama, siguiendo otras logias y creando nuevas ramas de entendiendo, que, si bien tienen inspiración en los medios análogos, conforme se desarrollen adquirirán independencia de sus predecesores.
Habla lo digital como algo completamente maleable y reconstruible, que a mí me parece muy acertado. Pues como menciona más adelante, creo que puedes crear “fotografías” perfectas a partir de los trozos de otras, como si de Frankenstein se tratara, sin evidencia alguna, haciéndole creer a todo el mundo que eso existe en la vida real.
Entiendo de la primera parte que los medios nuevos, digitales y tecnológicos reconstruyeron al humano en sí, menciona un ejemplo del multitasking digital afectando a las personas y que resulten con déficit de atención y otros males psiquiátricos que en la antigüedad no eran tan comunes, y no quiero decir que no existan, solo que es probable que se desarrollen aún más actualmente por que las condiciones actuales pueden llegar a propiciarlo. En mi caso creo que esto es acertado, en mi experiencia personal puedo ver un cambio en los modos de hacer generacionales, desde las personas mayores que no están acostumbrados a la tecnología, hasta los pequeños infantes que reaccionan de forma distinta el mundo.
Del primer capítulo podemos decir que es evidente una trasformación en la humanidad, y que en general todos los puntos que abarcan para mí son muy coherentes, pues cada que hay una revolución, como en este caso una tecnológica, los resultados de esta trascienden.

Abarca el fotomontaje y sus diversas utilizaciones, desde mi punto de vista es otra puerta más abierta para la creación visual, pero a su vez se convierte en una paradoja sumamente complicada, por que en algún punto no se sabrá si lo que está en la imagen existe o no tal como lo vemos, yo creo que está bien componer imágenes “artificiales” a partir de montajes que luzcan reales mientras el creador ponga en claro eso mismo, mientras haya transparencia en la utilización de fotografías, fotografías ilustrativas o incluso collages, todo es capaz de adquirir un sentido determinado. Sin embargo, no creo que todas las personas puedan ser totalmente honestas, y me parece desafortunado que en algunos casos se utilice este recurso para manipular a las masas.
La propuesta que hizo en cuanto a ampliar el vocabulario técnico y marcar diferencias conforme a la intención de la imagen sería de gran ayuda para evitar confusiones en el dilema anterior.
Un punto en el que no estoy de acuerdo es el desprestigio del fotógrafo, menciona que se convierten en un eslabón más de un sistema complejo. Para mí, todas las imágenes, editadas o no, son igualmente valiosas mientras respondan a las necesidades del artista y de su contexto.
En el capítulo tres, titulado “De cero a uno” cita a Sontang con respecto a que los turistas se enfocan mucho más en coleccionar al mundo a través de fotografías que en disfrutar el viaje en realidad, como si tuvieran que ir obligatoriamente a un lugar y tener la “evidencia” que respalde sus vivencias. En mi opinión, es muy triste pensar así, y pese a que entiendo que en la actualidad el mundo se entiende a través de pantallas, no creo que exista siquiera la necesidad de crear fotomontajes de tus viajes para que puedas disfrutarlos, creo que cada individuo debería vivir para si mismo y fotografiar lo que él o ella deseen sin sentirse presionados por la sociedad.

Compara abismalmente la fotografía análoga y la digital, nos plantea que la fotografía análoga puede ser una ventana o un espejo según las intenciones del autor, mientras que la digital, al estar compuesta por una cantidad determinada de pixeles, hace que cada uno de los sean maleables e interpretables, en ese caso no existe una realidad concreta, se abren las posibilidades en cuanto a sus significados contenidos en cada “mosaico”.  Personalmente no creo que esto sea tan drástico, pero como menciona al principio, a lo mejor es por que yo estoy implícitamente inmersa en estos cambios y tal vez no sea capaz de notarlo. Estoy de acuerdo que se puede obtener mucha más información de una fotografía digital, pero creo que esto solo es posible si el autor así lo desea, ya que no todos se toman el tiempo de explicar la dirección y referencias de su obra, actualmente todavía se maneja más como un todo y no como piezas que lo conforman.

El capitulo cinco es un ejemplo a lo que decía de la falta de transparencia a la hora de crear una imagen. Es evidente que en la política utilizarán todos los recursos posibles para ser los “buenos y vencedores”, a costa de perderse a si mismos y generar a otra persona completamente distinta en las imágenes que se hacen pasar por verdad para las masas. “La política no se trata de realidad objetiva, sino de realidad virtual”.

Nos habla de la producción fotográfica en cuanto a la diversidad que esta misma implica, como todo medio busca comunicar algo, sin embargo, es difícil que todas las personas entiendan lo mismo puesto que no es un lenguaje universal. Yo creo que aspirar a un lenguaje universal es como aspirar a tapar el sol con un dedo, se desbordará en algún punto u otro, creo que sería mucho mejor generar contenido que responda a ti mismo, por lo tanto a tu contexto y a tu sociedad, para que haya un mayor entendimiento, y en dado caso que alguien externo se interese por algo dentro de tu contexto, tendrá referencias concretas, sin tener que filtrar todo lo generado hasta ahora, al fijarse en la vida de un artista y su obra puede obtener lo que busca.

Los últimos capítulos nos hablan de los alcances y avances más recientes de la fotografía digital, desde el impacto social hasta las reproducciones virtuales de nuestra realidad (personas, paisajes, etc.). Los cuales creo que son muy delicados, ya que dependiendo de la mano la herramienta toma sentido, para manipular el mundo y transformarlo en virtualidad, es necesario enfocarnos en un objetivo en concreto, para no perder nuestra propia identidad.

En conclusión, me parece fascinante todo lo que la fotografía digital ha podido cambiar en el ser humano (incluso lo mencionado de las modificaciones genéticas), sin embargo, creo que es importante tomar en cuenta los medios análogos y digitales de la mano para continuar, al ser totalmente distintos, nos aportan un mayor campo de visión al utilizarlos a ambos. La fotografía digital, así como la humanidad nunca debe olvidar a sus predecesores, a sus aciertos y a sus errores, todos estos aspectos se deben tomar en cuenta para mejorar como especie e individuos. 


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